Lirios en flor
Seguimos los pasos de Vincent van Gogh en la clínica psiquiátrica donde pintó una de sus obras más emblemáticas

Devi Ormond y el Dr. Jean-Marc Boulon recorren los terrenos de la clínica en busca de material vegetal que coincida con el que se encontró plasmado en la pintura Lirios (Irises).
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En mayo de 1889, después de un episodio de salud mental que culminó con el corte de la oreja izquierda de Vincent van Gogh, el artista, acompañado por el Reverendo Salles, llegó a la clínica psiquiátrica Saint-Paul-de-Mausole en las afueras de Saint-Rémy-de-Provence y decidió a voluntad someterse a un tratamiento.
Van Gogh pasaría allí el año siguiente y se convertiría en uno de los períodos artísticos más productivos de su vida: hizo alrededor de 130 pinturas mientras se sometía a terapia. Una de sus obras fue Irises (Lirios), para la cual se basó en los pimpollos barbudos que florecían y danzaban al compás de la brisa en el jardín de la clínica.
Van Gogh falleció en 1890 a causa de un presunto suicidio tan solo unos meses después de salir de la clínica. Un siglo más tarde, Irises (Lirios) se convierte en una de las obras más preciadas de la colección de Getty. Durante mucho tiempo, los conservadores de Getty han querido analizar los materiales y las técnicas del artista, e investigar si había señales de deterioro, como cambios en los colores de las pinturas que usaba. También querían sumar aportes a la beca internacional sobre Van Gogh y sus materiales a partir de sus propias investigaciones.

La clínica psiquiátrica de Saint-Paul-de-Mausole en las afueras de Saint-Rémy-de-Provence
Como parte de este proceso, Devi Ormond, conservador asociado de pinturas del Museo Getty, y Catherine Patterson, química de investigación del Getty Conservation Institute hicieron una recorrida a pie siguiendo los pasos de Van Gogh. Visitaron la clínica en la que vivió, la cual fue escenario de Irises (Lirios), y pudieron acceder al jardín privado, donde buscaron pistas sobre las flores que pintaba con tanto entusiasmo. Sus hallazgos, además de la investigación científica adicional realizada sobre la obra, conforman el enfoque de la nueva exposición del Getty Center, llamada Ultravioleta: Nueva luz sobre los “Lirios” de Van Gogh, que forma parte de la serie de exposiciones de Getty PST ART: El arte y la ciencia colisionan.
“Una vez que te sumerges en ese tiempo y espacio, te das cuenta de cuánto debía estar sufriendo Van Gogh a nivel personal y, aun así, fue capaz de crear esta fantástica obra de belleza”, comenta Patterson. “Además, hay algo al respecto que fue muy conmovedor".
Las capas de Irises (Lirios) al descubierto
El interés por adoptar una mirada científica más profunda sobre Irises (Lirios) se remonta a casi 10 años atrás. Sin embargo, siempre se presentaba un gran desafío: encontrar el momento indicado para retirar dicha obra de arte de la pared de la galería y así poder estudiarla, pese al deseo permanente de los visitantes del museo de poder verla. Cuando, en 2020, debió cerrarse el museo por la pandemia del COVID-19, se presentó una oportunidad inesperada. Como no había visitantes en las galerías, fue posible retirar Irises (Lirios) para investigarla. Ormond y Patterson analizaron la pintura con una variedad de técnicas de imágenes: estereomicroscopía para ampliar la obra, reflectografía infrarroja y radiografía con rayos X para mirar a través de sus capas y un escaneo por macrofluorescencia con rayos X para identificar los elementos químicos.
Uno de sus primeros e impactantes descubrimientos: un pequeño fragmento de material vegetal en el extremo de la pintura. También comprobaron sus sospechas de que los lirios eran originalmente violetas y no azules. Van Gogh había descrito los lirios como de color violeta en una carta a su hermano, Theo, y se sabe que la pintura roja que usó Van Gogh es susceptible a desteñirse al exponerse a la luz. Asimismo, en el primer día de estudio, encontraron una pequeña parte dañada en la pintura en uno de los lirios azules. Cuando la retiraron, levantaron la capa superior de pintura de color azul y pudieron ver que se había preservado la pintura de color violeta debajo. “Vimos el color violeta original de Van Gogh por primera vez en 130 años”, agrega Patterson.

Devi Ormond y Michelle Tenggara estudian una sección ampliada de Irises (Lirios).
Esos dos descubrimientos les sirvieron de inspiración para visitar la clínica (aún en funcionamiento) para recorrer el jardín en persona. “Pensamos que si él decía que había pintado lirios color violeta, debería haber lirios de ese color en el jardín”, expresa Ormond. “Entonces, veamos si podemos ir y ver realmente estos lirios, si es que todavía están allí”. (Los lirios barbudos son perennes y pueden sobrevivir largos periodos). Ahora bien, Van Gogh no siempre pintaba cosas que realmente existían. Por ejemplo, Starry Night (Noche estrellada) es una vista imaginaria del cielo. ¿Había sido esta también su intención con Irises (Lirios)?
Ormond buscó el número de teléfono de Jean-Marc Boulon, director médico de la clínica, y lo llamó. Le explicó sus descubrimientos y le hizo preguntas sobre el jardín: ¿acaso había cambiado mucho desde el siglo XIX? Boulon le aseguró que no. ¿Había algún jardinero a quien enviarle una imagen del material vegetal para que pudiese decirles de qué se trataba? Boulon les dijo que no había ningún jardinero con quien pudieran hablar, pero que podían ir al jardín y recorrerlo por sus propios medios.
“Recibir esta invitación fue un enorme privilegio, porque el jardín no está abierto al público”, comenta Ormond.
En mayo de 2022, Ormond y Patterson fueron desde Los Ángeles hasta Saint-Paul con dos objetivos en mente: ver si podían identificar el material vegetal y los lirios en flor tal como los había pintado Van Gogh hacía exactamente 133 años.

Irises (Lirios), 1889, Vincent van Gogh. Óleo sobre lienzo. Museo Getty
Dentro de la clínica
Cuando llegaron a la clínica y comenzaron a caminar por el jardín, hicieron un descubrimiento inesperado. “Allí fuimos, con toda la emoción, solo para descubrir que la mayoría de los lirios ya habían florecido y muerto”, comenta Ormond.
Aun así, el viaje fue una introducción enriquecedora al jardín, la clínica y la vida que Van Gogh tuvo allí. Ormond y Patterson llegaron a la conclusión de que el material vegetal que habían descubierto en la pintura probablemente viniese de los pinos piñoneros que se encontraban en el jardín y por todo el sur de Francia. También pudieron determinar la ubicación exacta en la que Van Gogh había pintado Irises (Lirios) y, posiblemente, otra de sus obras Lilac Bush (Arbusto lila), ahora ubicado en el Museo Estatal del Hermitage en San Petersburgo, Rusia. Tomaron fotografías del jardín para que a los diseñadores de la exposición de Getty les sirviese de inspiración para el futuro espectáculo y pasaron horas simplemente sentados en el jardín, en una silenciosa contemplación, y disfrutando tanto como en los días de Van Gogh.
Boulon los presentó a los pacientes y al personal, y les hizo un recorrido por la clínica: el comedor, la antigua sala de duchas, donde los pacientes solían someterse a una práctica, ya en desuso, llamada hidroterapia, y el estudio de arte Valetudo, diseñado por Boulon para que los pacientes participen de la terapia del arte.
“El Dr. Boulon es un psiquiatra experimentado, pero también es un artista”, agrega Patterson. “Encarna lo mejor de la historia de Van Gogh y lo usa para mejorar la vida de los pacientes individuales. Ver y descubrir la experiencia de Van Gogh después de 133 largos años fue muy conmovedor”.
Van Gogh como artista y científico
Cuando Ormond y Patterson regresaron a casa, estaban ansiosos por descubrir la manera de llevar el jardín a Getty y mostrarles a los visitantes lo que habían vivido. Decidieron que la mejor manera era crear un video para documentar el jardín y la clínica, y, para su agrado, Boulon estuvo de acuerdo con la idea. Más allá de una breve toma en la película de 2018 At Eternity’s Gate (En las puertas de la eternidad), era la primera vez que se permitían las filmaciones en el jardín.

Los lirios florecen en las tierras de la clínica psiquiátrica Saint-Paul-de-Mausole.
A Ormond y Patterson también les parecía importante probar y ver realmente los lirios en pleno florecimiento. Entonces, en 2023, Ormond regresó a Saint-Rémy, esta vez en abril, en lugar de mayo, con el equipo de filmación de Getty. Afortunadamente, los lirios estaban floreciendo. “Eran increíblemente violetas y estaban por todos lados”, comenta Ormond. “Pudimos confirmar que lo que habíamos visto en la pintura era lo que ahora veía en la vida real. Fue algo increíble”.
Si bien el equipo filmó el jardín y la clínica, e hizo entrevistas con Boulon, Ormond quiso pasar más tiempo en el jardín e hizo un viaje por el día a Arles, la ciudad cercana donde había vivido Van Gogh antes de someterse al tratamiento en Saint-Paul.
En la exposición, los visitantes pueden analizar en mayor profundidad las maneras en que interactúan el arte y la ciencia, y cómo se fortalecen entre sí en el estudio de Irises (Lirios). Como todos los PST ART de Getty: las exposiciones El arte y la ciencia colisionan, Ultravioleta: Nueva luz sobre los “Lirios” de Van Gogh, giran en torno a la luz. Esto es, cómo la comprensión de la luz y el color por parte de Van Gogh sirvió de inspiración para sus pinturas, cómo la luz cambiaba algunos de los colores en Irises (Lirios) y de qué manera los conservadores y los científicos aprovecharon el poder de la luz para revelar los materiales y métodos del artista. En el sitio web de la exposición, los visitantes también pueden mirar el video realizado en Saint-Rémy para conocer brevemente el lugar donde Van Gogh pintó Irises (Lirios).
Recorrer Saint-Paul y ver el lugar en el que se pintó Irises (Lirios) le abrió los ojos a Patterson respecto de las maneras en que el arte y la ciencia se entrecruzan en Van Gogh en sí mismo. “La visita me llevó a detenerme y pensar en Van Gogh como artista y observador, como alguien que forma parte de un ecosistema y plasma sobre el lienzo lo que ve y experimenta”, comenta Patterson.

Dr. Jean-Marc Boulon y Catherine Patterson
A Ormond y Patterson, conocer de primera mano el estado mental de Van Gogh les permitió dejar de lado el habitual marco científico utilizado para analizar el arte e indagar en los desafíos intrínsecamente humanos a los que se enfrentaba Van Gogh cuando pintó Irises (Lirios). Y eso hizo que la pintura fuese aún más espectacular.
“Me centré tanto en la increíble acumulación de pintura y en los vibrantes colores de la obra, que me di cuenta de que no había pensado en el contexto en el cual la estaba llevando a cabo”, agrega Ormond. “Se había cortado gran parte de la oreja izquierda. Estaba todo vendado. Se lo había incomunicado básicamente de todas las personas que conocía en Arles. Y creo que era plenamente consciente de que tenía algo realmente grave. Esta experiencia única en Saint-Paul-de-Mausole realmente me ayudó a dar un paso hacia atrás y observar la pintura desde un punto de vista más humano. Si se tiene en cuenta el estado mental en que Van Gogh creó esta obra maestra, todo es mucho más conmovedor”.
Vea un video narrado por el Dr. Boulon sobre Saint-Rémy y su jardín terapéutico aquí.