Fotógrafos latinoamericanos
De las calles de Ciudad de México a las pampas argentinas, estas fotografías detienen en el tiempo lugares, vidas, generaciones y oficios que no se pueden replicar

Hardworking Shoeshine Boy, 1969, George Rodríguez. Gelatina de plata. Museo Getty. © George Rodríguez
Body Content
Para el Mes de la Herencia Hispana, presentamos seis imágenes de nuestra colección fotográfica que retratan la vida en Latinoamérica desde 1950 hasta la actualidad.
Continúe leyendo para descubrir más sobre el mundo de estos fotógrafos a través de sus lentes.

Carnales, 2017, Pablo Ortiz Monasterio. De la serie Desaparecen? Impresión digital por inyección de tinta. Museo Getty, regalo de Daniel Greenberg y Susan Steinhauser. © Pablo Ortiz Monasterio
Pablo Ortiz Monasterio
La obra del fotógrafo mexicano Pablo Ortiz Monasterio captura la vibrante energía y los personajes únicos de la Ciudad de México, como el par de carnales en esta foto. A primera vista, los dos jóvenes solo caminan juntos. Pero su abrazo cariñoso cuenta la historia más profunda de un vínculo de amistad inquebrantable.
Ortiz se topó con este abrazo fraternal en un barrio obrero donde las camionetas levantan polvo y dejan huellas en la calle arenosa. “La foto”, dice Ortiz, “alude a la hermandad y el apoyo que comparten los chicos que pasean por la calle”.

Bar El Mate, 2010, Guillermo Srodek-Hart. Del foto libro Historias. Impresión digital por inyección de tinta. Museo Getty, regalo de Bruce Berman y Lea Russo. © Guillermo Srodek-Hart
Guillermo Srodek-Hart
Tomada con una cámara de placas, fuelle de madera y lentes intercambiables, el bar El Mate de Guillermo Srodek-Hart revela lo que encontró al entrar a las tiendas de los pueblos de la pampa argentina a finales de la década de 1970.
Los detalles de esta imagen —la foto del equipo de fútbol, el calendario y la botella de coñac en espera— capturan lo que bien podría ser el último retrato de un mundo que está desapareciendo. “Cada pared descascarada, cada objeto heredado, cada lista de tareas garabateada y cada vaso vacío hablan de una experiencia”, afirma el artista argentino.
El nombre del bar sitúa al observador en tierra de gauchos, ya que proviene de la infusión que disfrutan abundantemente los argentinos: el mate.

Remolino, 1993, Mariana Yampolsky. Gelatina de plata. Museo Getty, regalo de Daniel Greenberg y Susan Steinhauser. © Archivo fotográfico Mariana Yampolsky. Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, Universidad Iberoamericana, Ciudad de México
Mariana Yampolsky
“A través de mi lente, descubrí lugares secretos y sorprendentes de México”.
Mariana Yampolsky llegó a este país desde su ciudad natal, Chicago, pero quedó tan cautivada por este otro mundo que se hizo ciudadana y lo convirtió en su hogar.
Esta fotografía de un remolino solitario ejemplifica los espacios desolados que cautivaron a Yampolsky. Sus retratos se ambientan en un México que vive en el presente, entre el polvo que se lleva el viento. “Mariana capturó instantes con un encuadre completo y perfecto”, explica Rosa Casanova, historiadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Hardworking Shoeshine Boy, 1969, George Rodríguez. Gelatina de plata. Museo Getty. © George Rodríguez
George Rodríguez
George Rodríguez ha documentado tres facetas de Los Ángeles: la elegancia de las celebridades, los acontecimientos políticos de la comunidad mexicoamericana y la vida cotidiana de la clase trabajadora latina. Esta foto pertenece a su versión de la gran ciudad. Como muchos en el barrio en la década de 1960, este niño sale de la panadería con el pan para alimentar a su familia, que quizá compró con el dinero ganado tras un agotador día lustrando zapatos, descalzo.
Rodríguez se identifica profundamente con este chico. “Trabajadores como estos muchachos son mis héroes”, dice el fotógrafo. “Mi hermano y yo éramos limpiabotas en la zapatería que mi padre tenía en la parte delantera de nuestra casa, en San Pedro y la calle 7”.

Ministerio I, 2015, Santiago Porter. De la serie Bruma I. Impresión digital por inyección de tinta. Museo Getty, comprada con fondos provistos por el Consejo de Fotografías. © Santiago Porter
Santiago Porter
Los domingos y festivos de 2007 a 2017, el fotógrafo argentino Santiago Porter capturó las fachadas de los edificios gubernamentales siempre muy temprano y en días nublados para que las imágenes tuvieran la misma luz y no hubiera gente en la calle. Además de las puertas doradas que brillan como lingotes de oro, esta fotografía del edificio del Ministerio de Economía muestra rastros del fuego cruzado del intento de golpe de Estado de 1955 contra el presidente Juan Domingo Perón.
“Al fotografiar estos lugares”, dice, “intenté recuperar su potencial narrativo. Estas marcas reflejan su relación con la historia y son como arrugas en el rostro”.

Camino al camposanto, 1993, Flor Garduño. Gelatina de plata. Museo Getty, regalo de David Fahey en memoria de Jeffrey Brilliant. © Flor Garduño
Flor Garduño
La fotógrafa mexicana Flor Garduño tomó este retrato de un padre cargando a su hija en un ataúd a la espalda en Tixán, Ecuador. Garduño presenció este triste momento por casualidad:
“Me encontré con la persona a la que iba a entrevistar y me dijo que su hija había fallecido”. Esperó durante horas mientras la familia se despedía de la pequeña. Finalmente, cuando llegó el momento de llevar el ataúd al panteón, los padres le preguntaron: “¿No viene con nosotros?”.
Durante la caminata, capturó esta imagen magistral que refleja tanto la reverencia y la naturalidad de su enfoque al fotografiar a los indígenas como su agudo criterio para inmortalizar momentos que, más que expresar lo que vemos, transmiten lo que sentimos.