¿Qué significa ser de Los Ángeles?
Alta combina ciencia genética, retratos fotográficos y narraciones orales para contar una historia más profunda de Los Ángeles

Hay más de 100 vecindarios solo en la ciudad de Los Ángeles, cada uno con su propia y singular identidad
Foto: © Marcus Lyon / A Human Atlas
Body Content
En el condado de Los Ángeles, una región que se extiende a lo largo de costas, montañas, colinas, valles, desiertos y llanuras urbanas, viven alrededor de 10 millones de habitantes.
Pero apenas hace unos pocos cientos de años, esta tierra era una red de pueblos indígenas Tongva y Tataviam, siendo Yaanga, ubicado cerca de lo que hoy es el centro de Los Ángeles, el más grande e influyente. En su centro crecía un gran árbol sicomoro, un espacio con sombra para las reuniones del consejo del pueblo y punto de referencia para los comerciantes locales.
Hacia mediados del siglo XVIII, a medida que el pueblo de Los Ángeles, bajo dominio español, mexicano y luego estadounidense, se expandió rápidamente y lo invadió, el pueblo Yaanga dejó de funcionar como lo había hecho durante miles de años y en 1895, el antiguo árbol, El Aliso en español, se taló con fines de desarrollo urbano.
Desde entonces, Los Ángeles siguió creciendo de forma exponencial. El condado de Los Ángeles abarca la ciudad de Los Ángeles y otras 87 localidades. Solo Los Ángeles engloba 114 vecindarios en donde se hablan más de 200 idiomas y en los que cerca de un tercio de sus residentes ha nacido fuera del país. Los debates sobre lo que significa “ser de Los Ángeles” o qué constituye el “verdadero Los Ángeles” son tan interminables como sus autopistas.
Pero ¿qué pasaría si se pudiera descubrir una verdad más profunda sobre la identidad de la región a través de la fusión de la ciencia y el arte?
Esta ambición es la base de Alta/Atlas humano de una ciudad de ángeles, un proyecto desarrollado por el artista londinense Marcus Lyon en colaboración con Nicole Onishi y Tom Learner en el instituto de conservación Getty Conservation Institute (GCI). Mediante la ciencia genética ancestral, retratos fotográficos y narraciones orales, Alta brinda información sobre 100 extraordinarios angelinos que crearon cambios positivos duraderos en sus comunidades y, al hacerlo, muestra un vívido retrato de Los Ángeles en el siglo XXI.
Seleccionados por un diverso comité de líderes de todo el condado, los/las Alteños/ñas, como se les dice en el proyecto, abarcan un amplio rango de edades, orígenes y vocaciones. La cohorte incluye héroes tanto conocidos como olvidados: activistas, profesores, escritores, músicos, científicos y médicos, así como un atleta paralímpico, entrenador de baloncesto, chef, comediante, jefe de bomberos y hasta un exmiembro de una pandilla que se convirtió en mentor.
Antes de seleccionar a Los Ángeles, Lyon elaboró atlas humanos de Brasil, Alemania, Detroit y Silicon Valley, impulsado por el deseo de contar las historias auténticas de los lugares, que a menudo se tergiversan o malinterpretan.
“Hemos ido a lugares y preguntado: ‘¿Quiénes son los que marcan la diferencia aquí?’”, dice. “Encontramos a esas personas y les preguntamos: ‘¿Qué te apasiona? ¿Qué sueños tienes para el mundo que intentas crear?’ Este proyecto tiene mucho que ver con escuchar y prestar mucha atención para representar de manera precisa a un grupo de seres humanos destacables”.
“¿Qué significa ser angelino?” fue una de las preguntas que Lyon y su equipo hicieron a cada nominado.
Sus reflexiones se pueden encontrar en varios lugares: el libro de retratos en dos volúmenes de Alta, una aplicación diseñada para acompañar las imágenes del libro, la edición de Los Ángeles de la galardonada serie del pódcast Intersections (Intersecciones) del Atlas humano, y una exposición interactiva en la Biblioteca Central de Los Ángeles, que estará disponible desde el 13 de enero hasta el 27 de abril de 2025.
Además de compartir sus historias con sus propias palabras, los/las 100 Alteños/ñas también indagaron en su ADN para contar las historias de sus antepasados.

La composición ancestral de Sade Elhawary se ilustra en el libro en dos volúmenes de Alta
Foto: © Marcus Lyon / A Human Atlas
¿Cómo es el ADN de Los Ángeles?
Para desarrollar la ciencia genética ancestral detrás de Alta, el equipo del Atlas humano trabajó con FamilyTreeDNA. El análisis del ADN comenzó con la recolección de células con un hisopo bucal, que la empresa luego comparó con muestras de 90 grupos poblacionales diferentes en su base de datos. Estas “poblaciones de referencia” son grupos de personas que se casaron entre sí de manera aislada, lo que las hace genéticamente únicas.
En total, los/las Alteños/ñas descienden de 70 poblaciones dispersas por todo el mundo.
Quizás el resultado más significativo es que la mayor proporción del ADN de los/las Alteños/ñas pertenece a las poblaciones amerindias desde América del Norte hasta América del Sur, ya que la mayoría de la cohorte desciende de pueblos indígenas. Este hallazgo podría sorprender a quienes conocen la región principalmente por el cine y la televisión, donde la diversidad racial y étnica de Los Ángeles rara vez se representa de manera completa.
Además de desafiar los estereotipos, este proyecto también mejora la precisión del análisis de ADN, ya que aporta una historia más rica de la existencia humana a lo largo del tiempo.
La extensa colección de registros indígenas de FamilyTreeDNA, que hizo posibles estas identificaciones, proviene de fuentes privadas y públicas e incluso de estudios académicos. Incluyen ocho grupos amerindios distintos y una población ártica, y todos, excepto uno, se representaron en el ADN de los/las Alteños/ñas.
A medida que personas con orígenes poco frecuentes o únicos envían su ADN a las bases de datos, esta información ayuda a perfeccionar las herramientas o incluso a ofrecer nuevas poblaciones como referencia. Alta “definitivamente está impulsando la investigación científica al ofrecer una visión fascinante de la diversidad de Los Ángeles”, dice Paul Maier, genetista poblacional sénior de FamilyTreeDNA.
Enviar y analizar ADN puede ser un proceso delicado. Para Alta, cada participante tenía una cuenta privada y podía optar por compartir los resultados o hablar de ellos en privado antes de decidir publicarlos. Finalmente, todos los participantes decidieron compartir sus resultados y, para algunos, eso impulsó un viaje más profundo de autodescubrimiento.
Zeinab “Sade” Elhawary, una de las 100 alteñas, es educadora, organizadora comunitaria y madre adoptiva. Entre sus numerosos logros, ayudó a crear el Fremont High School Wellness Center (Centro de Bienestar de la Escuela Secundaria de Fremont), una clínica creada para abordar las disparidades de salud en los vecindarios locales. También contribuyó a la creación de la Carta de derechos en el entorno escolar, una resolución destinada a reducir la caracterización racial en las escuelas de Los Ángeles.
Su padre vino a Los Ángeles desde Egipto, y su madre, desde Guatemala. Para Elhawary, ver un diagrama de su ADN ancestral le permitió validar aspectos de sí misma que sentía que habían estado ocultos, en ambos lados de su familia. “Muchos en mi familia se identifican como árabes o de Oriente Medio. Ver los resultados del ADN me ayudó a reconocer que no soy solo del norte de África, sino parte de la diáspora africana”, dice.
Con respecto a su lado guatemalteco, se sintió orgullosa de ver representada su herencia indígena maya, algo que sentía que había sido atenuado mientras crecía. “En Guatemala, a menudo se nos enseña que, si vienes de cierto linaje, entonces eres mejor que otros y que, si vienes de otro linaje, eres inferior”, dice. “Nada de eso es cierto. Todos somos seres humanos y todos somos hermosos tal como estamos hechos”.

Nalleli Cobo-Uriarte, activista contra los pozos de petróleo
Foto: © Marcus Lyon / A Human Atlas
¿Existe un “verdadero Los Ángeles”?
En muchos sentidos, Los Ángeles sufre una historia similar de supresión. Así como sus raíces tongvas quedaron ocultas en la imaginación cultural de la ciudad, pequeñas comunidades de residentes de toda la vida a menudo no se tienen en cuenta en los medios populares porque se busca una imagen más glamurosa. Los Ángeles con frecuencia se representa como una ciudad dominada por la industria del entretenimiento y estilos de vida sanos y costosos. Esto crea el estereotipo de que, si vienes aquí, debes esperar ver celebridades, un clima perfecto, calles bordeadas de palmeras y mansiones elegantes.
Pero la mayoría de los/las Alteños/ñas conocen un Los Ángeles muy diferente.
“El parque favorito de mi bisabuelo, el Parque Kenneth Hahn, lamentablemente está rodeado de pozos de petróleo, pero es un parque muy especial para mi familia”, dice la alteña Nalleli Cobo-Uriarte, que lideró una coalición para cerrar de forma permanente un sitio de explotación petrolera tóxico en su comunidad en marzo de 2020, a la edad de 19 años.
“En mi experiencia personal, al haber crecido a 9 metros (30 pies) de un pozo de petróleo y gas activo, mi cuerpo ha estado en el frente de batalla”, dice Cobo-Uriarte. “No es algo que me pase solo a mí, sino también a mi familia y a la mayoría de las personas de mi comunidad. Las comunidades no son invisibles, no somos desechables; somos poderosas y fuertes, y merecemos respirar aire limpio en nuestros propios hogares”.
Sin embargo, muchas veces son las comunidades desatendidas las que reúnen a las personas y revelan un lado de Los Ángeles que pocos logran ver desde afuera, incluso lugares como Skid Row en el centro de la ciudad, que tiene una de las poblaciones estables más grandes de personas sin hogar en los Estados Unidos.
“Skid Row es una comunidad donde las personas se conocen, se hablan, se sonríen unas a otras y comparten entre sí”, dice el Alteño Pete White, fundador de Los Angeles Community Action Network, una organización local que ayuda a las personas pobres del centro de Los Ángeles a acceder a una vivienda y alimentos. “Eso no es tan común. Aquí prevalece el espíritu de unidad, el espíritu de aceptación”.

Un aspecto central del proyecto son las narraciones orales. La historia de Pete White aparece en la aplicación interactiva de Alta y en la serie de pódcasts Intersections (Intersecciones)
Foto: © Marcus Lyon / A Human Atlas
Preservando historias
Para solicitar nominaciones, el equipo distribuyó un cuestionario en 14 idiomas y trabajó con un asesor de equidad para elaborar preguntas que permitieran obtener un grupo diverso. “El condado de Los Ángeles es muy grande, por lo que fue un desafío representar a todos con solo 100 personas, de diferentes áreas de trabajo, edades, razas y géneros”, dice Onishi. “Pero creo que lo logramos”.
Lyon espera que este proyecto inspire el surgimiento de más agentes de cambio. “Queremos que el público sea testigo de este trabajo y vea el servicio a sus comunidades, sus calles, sus vecindarios, como una opción realmente poderosa e importante para vivir una vida plena”, dice.
El libro en dos volúmenes de Alta presenta un retrato fotográfico y un mapa ancestral estilizado de manera única para cada uno de los 100 nominados, imágenes que cobran vida y revelan historias orales cuando se miran a través del sistema de reconocimiento de imágenes de la aplicación de Alta. Se donarán copias del libro a instituciones en toda la región, incluidas las 73 bibliotecas públicas de Los Ángeles.
En el GCI, que se dedica a fomentar la práctica de conservación de la herencia cultural en todo el mundo, Alta es un tesoro oculto de herencia que vale la pena salvar. Y todo este trabajo, que incluye 4,500 minutos de narraciones orales, será preservado.
“Alta es muy oportuno para lo que el GCI podría y debería hacer en términos de ampliar realmente lo que consideramos como conservación”, dice Learner. “Este es un proyecto que, en última instancia, preserva una instantánea en el tiempo de Los Ángeles. No preserva una pintura, una escultura, una fotografía o un edificio. Preserva la herencia intangible de un amplio grupo de personas; preserva historias”.
Para los/las Alteños/ñas como Elhawary, la respuesta a la pregunta, “¿Qué significa ser de Los Ángeles?” a menudo se presenta en forma de una historia.
“Siento que Los Ángeles es el único lugar donde mi mamá y mi papá podrían haberse conocido”, dice. “No hay ningún otro lugar en el mundo donde alguien de Guatemala y alguien de Egipto podrían haberse encontrado. Se conocieron en la universidad comunitaria, donde pudieron obtener una educación y progresar en un lugar repleto de oportunidades. Es un lugar hermoso”.
Alta/Atlas humano de una ciudad de ángeles es una de las más de 70 exposiciones y programas que se presentan como parte de PST ART: El arte y la ciencia colisionan, un evento destacado en el sur de California que explora las intersecciones del arte y la ciencia. PST ART es presentado por Getty. Los socios líderes son Bank of America, Alicia Miñana & Rob Lovelace y el Programa de Patrocinadores de Getty. Los socios principales son Simons Foundation; Eva y Ming Hsieh, cofundadores de Fulgent Genetics; y Peggy y Andrew Cherng, copresidentes y codirectores ejecutivos de Panda Express. John E. y Louise Bryson brindan apoyo adicional para Alta/Atlas humano de una ciudad de ángeles.